Pulgas, garrapatas y muchos más insectos pueden afectar a la salud de tu mascota y, aunque algunos son más peligrosos que otros, debes proteger a tu perro de los parásitos. En este caso, la oruga procesionaria es un gran peligro para la salud de tu perro y por ello debes saber cuáles son los síntomas que provoca y cómo actuar ante ellos.
¿Qué es la oruga procesionaria?
La oruga procesionaria es peligrosa porque desprende sustancias tóxicas para nuestros amigos peludos. Con el simple contacto que pueda tener tu perro con esta oruga ya puede estar intoxicado y, si la ingiere, el peligro es mayor.
Esta oruga se encuentra en los pinos. Están presente durante todo el año, pero en los meses de febrero, marzo y abril hay que tener especial cuidado, ya que descienden de los nidos al suelo y desprenden pelos urticantes que son los que provocan la intoxicación en tu mascota.
¿Qué hacer si tu perro toca o se come una procesionaria?
Cuando las orugas procesionarias desprenden esas púas o pelos, estas se clavan en la piel de los perros y liberan una sustancia muy tóxica. Además, si entra en contacto con las mucosas o con la lengua, la intoxicación puede causar heridas que son susceptibles de necrosarse. Esto puede provocar la muerte de las células que forman este tejido o un bloqueo de las vías respiratorias, agravando así el cuadro clínico.
Puedes realizar algunos primeros auxilios que consisten en, utilizando guantes y pinzas, retirar con cuidado la oruga o restos de ella que puedan permanecer en el pelo de tu mascota. También debes lavar con abundante agua fresca y limpia la zona afectada. Intenta no frotar ni hacer presión en las posibles heridas porque esto puede hacer que se liberen más sustancias tóxicas en el organismo del perro.
Síntomas que produce la oruga procesionaria en perros
Son muchos los síntomas que provoca la oruga procesionaria en perros, hasta el punto de que se pueden confundir con la sintomatología de otras enfermedades o alergias. Los más comunes son la hipersalivación, inflamación e irritación de la piel y la lengua, malestar general, úlceras y problemas para respirar.
Si detectas algunas de estas señales en tu perro y sospechas que pueden estar provocadas por esta oruga, actúa rápidamente y acude inmediatamente a tu veterinario.
Tratamiento de los efectos de la oruga procesionaria en perros
El tratamiento de los efectos de la oruga procesionaria en perros es diferente en función de la reacción que desarrolle cada perro. Aún así, se suelen aplicar tratamientos con antibióticos, antihistamínicos, corticoides o la provocación del vómito si se ha ingerido la oruga. Asimismo, suele conllevar la hospitalización del perro, puesto que debe estar bajo supervisión del veterinario.
Las consecuencias de la oruga procesionaria en tu mascota pueden ser muy graves, sobre todo si no se trata a tiempo llegando a la posible amputación de algunas zonas, también se puede ahogar o, incluso, fallecer. Por ello es muy importante detectar la intoxicación lo antes posible y dejarlo en manos de especialistas.