Los perros tienen, por naturaleza, el instinto de lavarse y mantenerse limpios por sí mismos (al menos la gran mayoría, que también los hay un poco marranos), pero está claro que es responsabilidad de los humanos ayudarlos en esta tarea. Así evitamos cualquier problema de salud en nuestros amigos peludos y también unos cuantos en los que convivimos con ellos en casa.
Para mantener limpios a nuestros perros, debemos controlar varias cosas: bañarlos con regularidad, cuidar su higiene bucal, limpiarles bien las orejas y cuidar su higiene después de los paseos diarios. Cada cuánto tienes que bañar a tu mascota, si hay diferencias entre perros de pelo corto o largo o cómo hay que limpiar las zonas más delicadas son algunas de las dudas que siempre surgen. Por ello, te damos una serie de consejos para que tu perro esté siempre limpio y aseado.
¿Cómo mantener limpio a mi perro?
Para mantener una higiene diaria de los perros se debe prestar atención a las zonas del cuerpo que más contacto tienen con la calle, como el hocico, las patas o la cola. Es recomendable limpiar a nuestros amigos de cuatro patas después del paseo porque es el momento en el que están más sucios . Así también evitaremos la transmisión de enfermedades.
¿Cómo limpio la boca de mi perro?
La higiene bucal de los perros suele deteriorarse mucho conforme cumplen años. Para evitar o reducir las posibles enfermedades bucales de nuestras mascotas es recomendable seguir estos consejos.
- Cepilla y enjuaga sus dientes y boca. Los perros necesitan cepillarse los dientes con regularidad, al igual que los humanos. Existe material específico para ellos, ya que están diseñados para su dentadura y la pasta dental es especial porque está pensada para que pueda tragarse sin ningún mal para su salud.
- Dale juguetes de materiales adecuados. Hay juguetes que están diseñados para combatir la placa y ayudan mucho a la limpieza bucal. Estos juguetes suelen tener formas de hueso y son muy llamativos, para que a tu perro le apetezca jugar con ellos. Además, servirán al perro para morderlos, fortalecer los dientes y reducir la placa y, en muchos casos, su forma, con púas o salientes, contribuirá también a limpiarlos.
- Utiliza snacks dentales. Existen golosinas y premios gastronómicos para nuestros amigos peludos que además de encantarles ayudan a la limpieza de su dentadura. Hay una gran variedad de estos aperitivos que son perfectos para combatir el sarro, el mal aliento, la inflamación de las encías y la placa en la boca de los perros.
¿Cómo limpio las orejas de mi perro?
La limpieza de los oídos de nuestras mascotas es una tarea delicada y se debe tener mucho cuidado para no hacerles daño. Lo más importante es tener las manos limpias antes de manipular y limpiar sus orejas. A continuación, hay que enrollar una gasa en el dedo e introducirlo suavemente en el oído del perro.
Dentro del oído hay que hacer pequeños y suaves movimientos circulares con el fin de que se quede pegada la mayor cantidad posible de cera en la gasa. Después, hay que examinar la gasa y si ha salido sucia y con restos de cera, se vuelve a coger una gasa limpia y se repite la limpieza en ese oído, tantas veces como sea necesario, hasta que la gasa salga limpia. Y se hace el mismo procedimiento en la otra oreja con una gasa nueva.
Nunca se deben utilizar bastoncillos de humanos en los perros porque si el perro se mueve o se da algún golpe en el interior del oído puede ocasionar problemas como la sordera. También es recomendable utilizar líquidos específicos para la limpieza de sus oídos, especialmente si son propensos a las otitis o si el veterinario os lo ha recomendado.
Consejos sobre cómo bañar a nuestros amigos peludos
El momento del baño puede ser una odisea, tanto para el perro como para los humanos, ya que a nuestros amigos de cuatro patas no les suele gustar el baño, aunque hay excepciones. Por ello, es recomendable que intentes estar tranquilo para que el perro se tranquilice también y crear una rutina del baño para que se acabe acostumbrando.
Cada cuánto tiempo debo bañar a mi perro
No existe una frecuencia fija, sino que depende de muchos factores como la época del año, la raza del perro, el tipo de pelo y el tipo de vida que lleve cada mascota. Lo importante es no abusar del champú ni lavarlo cada día, puesto que podría dañar el pelo y la piel del perro.
El lugar donde vive tu perro y sus hábitos diarios son elementos a tener en cuenta para decidir cuándo bañarlo. Por ejemplo, si vives en la ciudad y en un piso no es necesario bañarlo con tanta frecuencia como podría ocurrir con un perro que viva en el campo y pase tiempo en el exterior. Por otro lado, los perros de pelo corto no necesitan tantos baños como sí ocurre con los de pelo largo. También, existen variedades de champús específicos para cada tipo de piel, pelo y raza. ¡Tenlo en cuenta cuando vayas a comprarle el champú a tu mascota!
Otro aspecto a tener en cuenta son los problemas de piel. Si tu perro tiene alguna enfermedad dermatológica o tiene la piel sensible, lo más probable es que el veterinario establezca la frecuencia con la que bañar a tu perro.
El tiempo entre un baño y otro, apróximadamente y teniendo en cuenta todos los factores anteriores, puede ser desde los 15 días hasta más de un mes.
Los pasos a seguir para bañar a tu perro son:
- El agua no debe estar ni muy fría ni caliente, alrededor de 38-39 grados. Comienza mojando las patas, la zona lumbar y después el resto del cuerpo hasta llegar a la cabeza.
- Una vez que el pelo esté completamente mojado, aplica el champú, distribúyelo por todo el pelaje y frota con movimientos suaves.
- Ten cuidado con los oídos. Es importante que no le entre agua en los oídos porque podría provocarle una otitis. Incluso se recomienda utilizar tapones específicos para ellos o usar las clásicas bolas de algodón.
- Evita que el champú entre en contacto con los ojos de tu mascota. En el caso de que le entrara jabón en los ojos, aclara con abundante agua y consulta con el veterinario para evitar cualquier complicación.
- Tras enjabonar a tu perro, aclara con abundante agua todo el cuerpo. No deben quedar rastros de champú en ninguna parte y el pelaje debe quedar limpio.
- Para secarle el pelo, debes hacerlo con una toalla primero y después, cuando se haya quitado el exceso de humedad, cepilla el pelo de tu perro. Si tiene el pelo largo, desenredalo y deshaz los nudos que encuentres. Es muy importante secar bien las áreas sensibles a desarrollar dermatitis, las que tienen alta densidad de pelo o en las que se forman pliegues.
- Utiliza el secador para terminar de secar el pelo. El aire debe ser templado y no debes acercar mucho el aparato a su piel. Esto puede resultarles desagradable debido al ruido y al aire, por ello es recomendable que se acostumbren al ruido en los días previos al baño.
- Por último, puedes premiarlo con alguna recompensa y así, tendrá más ganas en el próximo baño.
Si no tienes tiempo de bañar a tu perro, no tienes espacio suficiente en casa o quieres que lo haga un profesional, disponemos de un servicio de peluquería canina y lavado para perros. ¡Ten por seguro que tu perro estará en buenas manos y se sentirá como en casa!